Queridos
Reyes Magos de Oriente,
este
año he sido bueno y me he portado muy bien....(Esto empezaba así
siempre, ¿verdad?)
Hace
ya algún tiempo que no os escribo, pues alguien, de golpe y porrazo,
me dijo un día que debía dejar de creer en vosotros porque “ya
era mayor”. Tengo que decíos que nunca os abandoné del todo, ya
que siempre intenté ponerle un punto de ilusión aunque ya conociera
ciertas verdades...
El
caso es que este año me he decidido a ponerme en contacto de nuevo
con los tres y pedir algún que otro favor...
Quiero
que los niños y las niñas como yo dejen atrás las diferencias, que
se preocupen por los demás sin que les importe el país del que
vengamos cada uno, la religión que practiquemos o el dinero que
tengan nuestros papás en sus huchas de mayores.
Como
niño, quiero expresar lo que siento sin que nadie me diga que lloro
como una nena o que me deje de mariconadas. No tengo que ser más
macho que nadie ni tengo que ir demostrándolo continuamente. No.
Quiero pensar y sentir lo que yo quiera.
De
la misma forma os pido que mis amigas chicas puedan vestir, querer o
pensar como les de la gana y no tengan que escuchar la palabra
“guarra” o “zorra” solo porque hacen lo que quieren, sin
molestar a nadie. Que nadie las culpe de algo tan grave como una
violación y que se les pague lo mismo que a nosotros los chicos por
su trabajo.
Lo
que si me encantaría es pasar más tiempo con papá y mamá y
disfrutarlos al máximo.
No
me hacen falta tantos juguetes, la verdad, no es necesario que
compréis mi cariño con la última videoconsola o con la muñeca con
más accesorios de la tienda. Yo no quiero eso, porque a los 4 días
me aburriré y no servirá de nada. Además me da rabia ver como los
niños y la niñas discuten luego en el cole, compitiendo por ver
quien tiene más y mejores regalos. Yo, aunque soy pequeño, vivo con
un cuerpo y un cerebro de mayor y se de sobra que hay niños que no
pueden porque sus papás no trabajan y para ellos es muy triste y muy
doloroso.
Quiero
más tardes en el parque, para mi y para todos mis compañeros. Que
se nos tenga más en cuenta a la hora de tomar decisiones que nos
afecten y que se nos consulte: somos niños, no un mueble, pensamos y
tenemos ideas. Necesitamos disciplina, pero también que se nos
reconozca cuando lo hacemos bien, a todos los mayores les gusta que
les den una palmadita en la espalda de vez en cuando ¿no? Pues a
nosotros también.
Quiero
que el papá de Juan encuentre un trabajo pronto, pero uno bueno, que
no dure solo dos días y que le paguen lo justo.
Para
la mamá de Carla, las pastillas para su enfermedad ( está malita de
“patitis” o algo así, que yo no se que es...).
A
Luis y Ana a ver si podéis traerle una casa nueva ( la suya se la
quieren quitar) y para Andrés, ojala podáis poner rampas por todas
partes, para que pueda ir con su silla...¡hasta el infinito y más allá!
Creo
que ya está todo. Yo con crecer feliz y rodeado de la gente que
quiero estoy más que satisfecho. Este año os podéis ahorrar mi
regalo.
Se
que escribo un poco tarde y que igual ya estáis de camino. No hace
falta que lo traigáis todo de una, se que vuestra magia dura más de
una noche. Gracias por todo. Firmado:
Carlitos
Pd:
Os dejo leche y galletas como cada año en la ventana de mi cuarto.
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