*A lo largo del texto, la ironía brillará en todo su esplendor, lean en el tono adecuado.
Imagen de Caiden, un niño que pidió vestirse de Frozen en Halloween y se convirtió en viral gracias a la reacción de sus padres. |
Hace unos meses fue Adele, y ahora vuelve a saltar la liebre "por culpa" de Charlize Theron. Criticadas ellas y más criticados sus hijos por vestirse de Elsa, princesa protagonista de Frozen.
Sinceramente, me produce cierto repelús pensar que volcamos nuestros prejuicios de adultos en niños que de alguna manera solo buscan divertirse sin pensar en lo que digan los demás.
No, tu hijo no se va a levantar "maricón perdío" una mañana por querer ponerse una peluca o disfrazarse de Blancanieves con manzana incluida. Igual que tu hija no se vuelve "marimacho" por vestir una camisa de "leñador" (muy de moda por cierto).
EL MUNDO DE LOS NIÑOS
¿Qué tal si realizamos un ejercicio de empatía? ¿Si nos calzamos sus zapatos y vemos el mundo como lo ven ellos? ¿tan difícil nos resulta a los adultos ponernos en su piel?
Pues si, por desgracia nos cuesta un mundo. Un mundo que podemos llegar a poner "patas arriba"por algo que para ellos forma parte de un juego o una fantasía: convertirse en un personaje que les hace feliz. Qué más da si es esto o aquello, no por disfrazarse de Spiderman tu hijo se va a encaramar a los marcos de las puertas, igual que tu hija no va a echar a volar con su escoba de bruja Piruja.
Tengo entendido (y pido corrección si no es así ) que hasta los 3,4, incluso 5 años algunos niños pueden no ser conscientes respecto a eso que nosotros llamamos género. No van a entender que el rosa sea un color de niñas o el azul de niños (uno de esos estereotipos absurdos que conservamos...) o que un niño, por el hecho de ser niño "no pueda" peinar una muñeca o una niña "no deba" jugar con un camión.
Si bien es cierto que en la infancia se forja la personalidad, no está demostrado que gestos de este tipo tengan la capacidad de transformar de alguna manera a dicha persona.
Y si así fuera qué? qué tal si nos dedicamos a normalizar (esta palabra no me acaba de gustar...) algunas cosas. Si tu hijo o tu hija es homosexual lo será se vista de Sissi Emperatriz o de Pirata del Caribe, y eso no lo vas a cambiar ni tú, ni el párroco del pueblo.
¿Y LOS ADULTOS QUÉ?
Ahora viene lo divertido: Ese señor entrado en años con un bigotazo del 15 que en Carnavales decide ponerse un buen par de tetas. Macho! con ese bigote podrías disfrazarte de Guardia Civil...no! de Vikinga! Y los demás nos reímos, porque nos resulta cómico, y punto. No hacemos una montaña de un grano de arena.
Queridos, en mis años de experiencia con peques he visto niños a los que les encanta el color rosa, que se ponen collares y pulseras...niñas que juegan al fútbol como futuras promesas o llevan el pelo corto (que barbaridad!!!)
Padres del mundo: como profe de la extra-escolar de teatro he disfrazado a sus hijos e hijas de cosas rarísimas, les he pintado la cara como ellos han querido sin importarme que el/ la susodicha quisiera un sol o una mariposa, les he puesto pelucas , he dibujado bigotes y patillas horteras y les he hecho hablar como "pitufos maquineros" o como Carmen de Mairena según tocara interpretar a un personaje femenino o masculino. Y ahí los tienen: felices y contentos, pasándolo en grande y distrayéndose de sus preocupaciones infantiles.
Acabo con una frase que me recordó hace poco Inma, una profe de Dibujo que conocí en Twitter y que me hizo reír, una frase que tenía sus orígenes en unas declaraciones del ex-ministro Wert:
"PADRES DEL MUNDO: TENGAN CUIDADO, DISTRAEMOS Y ADOCTRINAMOS A SUS HIJOS. SOMOS PELIGROSOS"
Como ya dije al ppio, este que escribe no lo sabe todo, por ello os dejo un articulo publicado en EL PAIS que completa este texto que no ha querido ser más que una aproximación al tema:
Si mi hijo quiere vestirse de princesa, ¿qué?
Llevas todo oda la razón. Los niños no lo ven como como un prejuicio, eso lo hacemos los mayores
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