lunes, 27 de marzo de 2017

#REFLEXIONES: LA RANITA HERVIDA

Erase que se era, en un laboratorio no muy lejano, un grupo de científicos dispuestos a efectuar un sencillo pero interesante experimento...

La prueba A consistía en poner agua en una cazuela y calentarla hasta que la temperatura fuera suficientemente alta. 
Cuando el agua ya hervía introdujeron una pequeña rana dentro del agua.
Evidentemente la rana saltó inmediatamente.

La prueba B tenía los mismos elementos que la primera pero ciertos cambios en su procedimiento.
Metieron a la rana en una cazuela de agua fría y la colocaron en el fuego...y dejaron que el agua se fuera calentando pooooco a poooco.
La ranita no estaba a gusto del todo cuando el agua empezó a calentarse pero siguió con su "baño" sin darse cuenta de que la temperatura iba subiendo en cuestión de minutos. 
Finalmente el agua hervía y la pequeña rana murió sin fuerzas para poder saltar.




Esta breve historia explica lo que se conoce como el "Síndrome de la rana hervida":
La rana no percibe los cambios y acaba hervida. Es mucho más fácil percibir las transformaciones en el medio ambiente cuando son repentinos que cuando son lentos y graduales.
En esta vida moderna que llevamos, debemos detener nuestro frenético ritmo y prestar atención no solo a lo evidente, sino a lo más sutil.

En el contexto que nos ocupa, hablando más concretamente del Bullying y el Cyberbullying (aunque sería extensible a otras como la violencia de género) llegaremos a la conclusión de que si la violencia se ejerce de forma gradual, a un ritmo suficientemente lento, escapa a la conciencia y no provoca, en la mayor parte de los casos 
ninguna reacción, 
ninguna oposición,
ninguna revuelta...

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